La principal ventaja de la utilización de adobe es el bajo coste en cualquier lugar, ya que son materiales muy comunes, se puede utilizar incluso el propio material resultante de la excavación del lugar donde se va a realizar la edificación, es imprescindible resaltar el considerable volumen de suelo excedente que producen las excavaciones, pudiendo en ocasiones revertir en la propia obra si se organizaran por ejemplo ritmos de obra y espacios de acopio adecuados, o simplemente utilizar esas mismas tierras como materiales de nuestra edificación. El ejemplo de la Casa Rauch del Arquitecto Robert Boltshauser elaborada en un 89% con materiales provenientes del propio lugar, es una muestra de experimentación con este material y aprovechamiento de los recursos más inmediatos.
Imagen: Casa Rauch, arquitecto Robert Boltshauser. Fuente: Tectónica
La finalidad de utilizar la tierra (arcilla y arena) en ocasiones se le añade paja o cal y secada al sol, es lograr un aislamiento natural mediante la utilización de muros de adobe o tapial, capaces de absorber energía solar durante el día y transferirla a la vivienda en un lapso de tiempo que coincide con las necesidades de calentamiento nocturnas, por tanto es una solución ideal para climas fríos. Es una solución tradicional un tanto rudimentaria para lograr un aislamiento térmico natural, en la que además de su rapidez y fácil ejecución destaca la maleabilidad que posee al estar compuesta de materiales básicos con los que se pueden obtener diferentes tipos de formas y adaptarse a las necesidades, así como modificarse en cualquier momento. Éstos pueden ser algunos de los puntos a favor para la elección de este sistema constructivo en particular. Cabe destacar su textura, ya que al tratarse de muros de tierra apisonada en sucesivas capas, genera un aspecto distinto a los acabados de las construcciones más comunes.
Entre sus desventajas cabe destacar sus apreciables imperfecciones y defectos, debido principalmente a la simplicidad de los materiales que lo componen, así como su baja resistencia a inclemencias externas. Queda descartada su utilización para construcciones de gran altura debido a su considerable peso, además se debe evitar este tipo de construcciones en zonas con peligros sísmicos y al tratarse de un material higrófilo, es decir, que tiende a absorber la humedad atmosférica se deberá evitar su utilización en las zonas que podamos encontrar un clima muy húmedo.
Imagen: Edificios auxiliares para Instalaciones Deportivas en Sihlhölzli. Fuente: Tectónica
Debido a esta serie de inconvenientes, es aconsejable la utilización de este sistema constructivo para determinados aspectos puntuales de la edificación, como se puede apreciar en la imagen anterior los muros de adobe en combinación con el hormigón de los forjados otorgando la resistencia que necesitamos mediante la utilización del hormigón, así como la climatización natural que se busca en la arquitectura bioclimática. Es decir, focalizar la utilización de los materiales en aspectos puntuales de nuestra edificación.
La solución de grandes muros de piedra, tal y como hemos explicado anteriormente también debe ser contemplada ya que puede ser una solución para este tipo de muros con una gran masa térmica siempre y cuando sea igual o superior a 50cm de espesor, aunque con un coste mayor de ejecución, si se realiza en áreas donde este material sea común sigue siendo una solución excelente, debido a su gran durabilidad. Este tipo de muros tienen una respuesta estructural muy buena además de conseguir la climatización natural que se pretende. Entre las desventajas de este tipo de material podríamos destacar su lenta ejecución y el riesgo de deterioro de la fábrica por la humedad.