La evaporación del agua refresca el aire, por lo tanto una solución factible sería utilizar sistemas de captación solar que mediante la acumulación de calor favorezcan la evaporación del agua y por lo tanto una mejora en el ambiente. De manera contradictoria estamos consiguiendo refrigerar utilizando calor, sin embargo esto es muy común en la naturaleza, la vegetación durante el día realiza el mismo proceso, capta la luz durante el proceso de fotosíntesis y expulsa vapor de agua reduciendo la temperatura ambiente.
Utilizando este simple mecanismo encontramos distintas soluciones:
- Patios: tradicionalmente utilizados en las zonas más áridas, suponen una ventilación natural incluso en zonas en las que no hay una gran intensidad de viento. Para que su funcionamiento sea el adecuado debe existir vegetación en su interior o agua en movimiento (por ej. una fuente). De ese modo se aprovecha la evaporación que producen las plantas y el agua para reducir la temperatura del aire aumentando la densidad del mismo y creando así en el centro de la edificación una zona de altas presiones, lo que se traduce en una succión del aire que se encuentra encima.
Hay que tener en cuenta que estas soluciones suelen ser recomendables para climas cálidos, ya que un exceso de humedad puede disminuir la sensación de confort y más durante el invierno.
- Torres: denominadas “torres evaporativas” o “torres de viento”, se utilizan en climas cálidos y muy secos. En las zonas desérticas la temperatura del suelo es muy alta por lo que éstas torres captan el aire más fresco que se encuentra en la zona superior y lo hacen circular a través de un hueco que discurre a los largo de toda la altura del edificio, este hueco se humedece para lograr así que se reduzca la temperatura del aire que circula por el interior. En algunas soluciones se hace pasar el aire por encima de agua, como por ejemplo por fuentes o piscinas, o incluso utilizan esteras o jarras de cerámica porosas llenas de agua.
Es recomendable humedecer los cerramientos pulverizando agua sobre las fachadas o la cubierta, incluso regar el terreno de alrededor de la edificación y plantar vegetación para que se reduzca la temperatura del ambiente y del edificio.