Cuando un cuerpo pasa de estado liquido a gaseoso, necesita absorber una cantidad de calor, que adquiere de su entorno inmediato, enfriándolo. Por eso, los lugares donde hay agua están más frescos.
Las plantas están transpirando continuamente, eliminando agua en forma de vapor de agua lo que se traduce en que los espacios donde hay plantas estén más húmedos.
Un ejemplo que puede servir para entender mejor este fenómeno sería el de un botijo, el agua permanece fresca a pesar de que haga calor, gracias a que el barro del que está fabricado es un material poroso y permite que atraviese el vapor de agua, por el fenómeno conocido como exhudación, la evaporación de parte del agua interior refresca la masa de agua del interior.Las partículas de agua con mayor inercia escapan del botijo, quedando en su interior las de una inercia más baja, reduciendo de este modo la temperatura media del agua que queda en el interior.